jueves, 1 de julio de 2010

¡No llevéis alforja, ni sandalias!


ALABANZAS AL SANTÍSIMO

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

INTRODUCCIÓN
El texto de Lucas nos recuerda la urgencia de anunciar el Evangelio desde la comunidad. Jesucristo mismo envía a los setenta y dos discípulos y los manda de dos en dos. En el mundo de la fe no existe el individualismo. No existe el evangelizador por libre. De dos en dos, para que el camino sea más llevadero, para que se ayuden uno a otro, para que lo que prediquen sea un testimonio contrastado. En todo proyecto o viaje humano siempre tenemos que tener bien claro lo que debemos de llevar según el punto de destino y las características concretas. Jesús, en cambio, nos deja bien claro lo que no tenemos que llevar en el camino de la evangelización.

ORACIÓN-MEDITACIÓN: Oración sacerdotal

La oración de Jesús en Juan 17 es una verdadera escuela de oración que, además de “oración sacerdotal”, también podemos llamar: “la oración del Buen Pastor”. Las ovejas “escuchan su voz” y lo siguen en sintonía con su corazón, haciéndole eco en la historia a la voz, a las actitudes y a los compromisos revelados en su oración.
Procurar “sentir” el texto, la fuerza de sus palabras y sus impulsos.
Y una vez leído y meditado podemos repetir el versículo en voz alta.
Jesús ora por la gloria del Padre y por su propia glorificación
1. Así habló Jesús. Después, levantando sus ojos al cielo, dijo: "Padre, la hora es llegada; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a Ti;
2 - conforme al señorío que le conferiste sobre todo el género humano - dando vida eterna a todos los que Tú le has dado.
3. Y la vida eterna es: que te conozcan a Ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo Enviado tuyo.

4. Yo te he glorificado a Ti sobre la tierra dando acabamiento a la obra que me confiaste para realizar.
5. Y ahora Tú, Padre, glorifícame a Mí junto a Ti mismo, con aquella gloria que en Ti tuve antes que el mundo existiese".
Ruega por los discípulos:
6. "Yo he manifestado tu Nombre a los hombres que me diste (apartándolos) del mundo. Eran tuyos, y Tú me los diste, y ellos han conservado tu palabra.
7. Ahora saben que todo lo que Tú me has dado viene de Ti.
8. Porque las palabras que Tú me diste se las he dado a ellos, y ello las han recibido y han conocido verdaderamente que Yo salí de Ti, y han creído que eres Tú quien me has enviado.
9. Por ellos ruego; no por el mundo, sino por los que Tú me diste, porque son tuyos.
10. Pues todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado.
11. Yo no estoy ya en el mundo, pero éstos quedan en el mundo mientras que Yo me voy a Ti. Padre Santo, por tu nombre, que Tú me diste, guárdalos para que sean uno como nosotros.

MONICIÓN AL EVANGELIO
El Evangelio de hoy, nos recuerda cómo Jesús confía en nosotros para su misión y, además, nos promete su presencia y su recompensa en el final de los tiempos. Escuchemos con atención.

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 10, 1-12.17-20

Cuando entréis en casa, decid primero: "Paz a este casa" Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que hay, y decid: "está cerca de vosotros el Reino de Dios". Cuando entréis en un pueblo y no es reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos sacudimos sobre vosotros". "De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios". Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para aquel pueblo."
Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron:- Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre. Él les contestó:- Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os sometan los espíritus; estad alegres, porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.


Palabra del Señor

PRECES

*Al caer la tarde tu Hijo nos ofreció su cuerpo como alimento de vida eterna Por
- acepta nuestra oración vespertina y haz que no falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los más necesitados.
*Padre de bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo,
- suscita en nuestras parroquias jóvenes dispuestos a dar su vida por ti en servicio a sus hermanos.
*Te pedimos Señor por las familias cristianas,
- para que sean “Iglesia doméstica” donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal.
*Te pedimos Señor por los Seminarios y Noviciados
- que los jóvenes que allí se preparan vivan su formación con gozo y generosidad.
Al llegar a su término esta jornada, haz que no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,
- enriquécela con numerosas vocaciones a la vida consagrada.
*Dios misericordioso, que hiciste de María un modelo de entrega a los hermanos,
- haz que los jóvenes vean en ella un modelo a imitar.
*Altísimo Señor, te encomendamos a nuestro párroco el padre Andrés y el padre Ángel
- Para que sientan cercana en todo instante la especial protección de María Santísima particularmente en los instantes de sus desconsuelos y soledades en el ejercicio de sus próximas misiones.
*Padre te pedimos por el Papa, los obispos y sacerdotes
- para que no se cansen de invitar a todos los hombres a vivir en compañía de Jesús.
*Por los enfermos y sus familiares,
- para que pronto se restablezca su salud y así se incorporen con todas sus fuerzas al trabajo del Reino.
*Por los todos aquellos que trabajan en el Reino de Dios
- para que el Señor los premie en su devenir cotidiano.


ORACIÓN FINAL

No tener nada.
No llevar nada
No poder nada.
No pedir nada.
Y, de pasada,
no matar nada;
no callar nada.
Solamente el Evangelio como una faca afilada.
Y el llanto y la risa en la mirada.
Y la mano extendida y apretada.
Y la vida, a caballo, dada.
Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada,
para testigos de la Revolución ya estallada.
¡Y “mais nada”!
Al final del camino me dirán:
¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada,
abriré mi corazón lleno de nombres.

(Poema de Pedro Casaldáliga)

AVE MARIA Y GLORIA












Fuentes:
Pedro Casaldáliga
Ana Navarro
Ángel Corbalán
Blog Parroquia San García Abad.





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